Investigadores de Stanford han logrado un avance que hará aún más real este tipo de simulaciones, al poder crear cuerpos virtuales basados en información del paciente para poder crear un ambiente parecido al que el doctor encontrará al momento de iniciar la operación. Esta tecnología permitirá simular la anatomía específica de un paciente lo que significa que los cirujanos podrán practicar los procedimientos de una operación delicada varias veces antes de entrar al quirófano.
A través de artefactos que son sensibles al tacto, el cirujano puede tener la sensación de cortar con un bisturí o de taladrar un hueso de tal modo que pueda experimentar el mismo ambiente como si fuera una operación real.
Si bien no es un paciente real y existen cosas que no pueden ser simuladas aún, la meta de la realidad virtual en este campo es poder ayudar a los residentes y a cirujanos experimentados aprender y mejorar las técnicas utilizadas en su trabajo de todos los días.
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